Culpables, hicieron caer el colchón en el suelo. Ahí permaneció
durante los meses siguientes. A través de la ventana la lluvia Into.my.arms con
la distancia amenazante en los aviones. En ese piso cupo el amor hacia lo mismo
y el baile bello de los cuerpos. Cupieron toda la franqueza y los preludios más
nobles. Luego se transformó en barca sin puentes en los que proyectarse y
llamarse, silenciosos. La mirada de él la llenaba en plena niebla. Invitarse a
entrar y cruzar la puerta era entregarse con espejos en la mano. El pasado no
cabía en ese piso. El futuro intentó colarse: no se pudo hospedar.