lunes, 14 de abril de 2008

Ciudad

Abro los ojos en mi cama. Veo cielo. Miro a la izquierda. Veo una pantalla con cielo proyectado. Miro a la derecha. Veo pared negra. Parpadeo: en la pared una estrella. Parpadeo: en la pared otra estrella. Sigo parpadeando, más estrellas.
Me levanto.

Estoy sentada en la cocina. Cierro los ojos y escucho ambulancias, gritos, frases hechas, el café haciéndose.
Con una pajita ingiero el café por la nariz. Vomito dos cubitos de azúcar morena que caen directos a la taza. Sonido de producción en cadena de fondo.
Aparto el café - no lo bebo.

Salgo a la calle.
Miro hacia el cielo, veo edificios. Cierro los ojos: cielo estrellado. Abro los ojos: pared grisácea.
Abro la boca: sonido de una moto sin tubo de escape que retumba cual grito.

Me meto en el agujero de obra que hay en la acera. Bajo la escalera. En la mugre húmeda me siento de cuclillas. Silencio. Cielo estrellado por todas partes.

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